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Entrevista a Eduardo Gil: Siluetazo

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Corría el año 1976 cuando las Fuerzas Armadas decidieron intervenir una vez más en la política argentina al destituir a la entonces presidente de la Nación María Estela Martínez de Perón e instaurar la dictadura más sangrienta que padeció el país. Durante esa época, la libertad de expresión estuvo fuertemente sometida. Aquellos que se manifestaban en contra del régimen militar eran censurados. Medios, artistas, intelectuales, nadie podía hablar de la realidad que se vivía en el país. Quienes lo hacían, debían pagarlo con la represión o, en el mejor de los casos, con el exilio.

Contra el silencio sistemático de la mayoría de la sociedad civil, aquellos a quienes el dolor los tocó de cerca decidieron unirse en las diferentes organizaciones de Derechos Humanos y salir a reclamar por la verdad y la justicia. Así, las Madres de Plaza de Mayo iniciaron sus significativas vueltas alrededor de la Pirámide, bajo el lema “Aparición con vida de nuestros hijos”.

De esta manera, surgieron las Marchas de la Resistencia, una serie de manifestaciones públicas anuales organizadas desde 1981 por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para reclamar por la vigencia de los derechos humanos. Hacia 1982, con la derrota en la Guerra de Malvinas, el régimen militar se debilitó y la sociedad decidió despertar de a poco del silencio. Tres artistas plásticos, Rodolfo Aguerreberry, Julio Flores y Guillermo Kexel, quisieron participar del Premio Objeto y Experiencias de la Fundación Esso y su iniciativa rebasó los márgenes del arte para volverse un hecho político de gran magnitud. Teniendo en cuenta el contexto histórico en que se vivía, decidieron plasmar lo que era difícil de plasmar, aquello que no estaba. Un jóven fotógrafo inmortalizó esta intervención en un momento que, con el correr de los años, superaría lo efímero y recorrería el mundo.

Basándose en un un afiche del polaco Jerzy Spazky publicado en el Correo de la UNESCO en el cual había un dibujo de tantas figuras como muertos por día hubo en Auschwitz, los artistas plásticos aprovecharon que las Madres de Plaza de Mayo habían lanzaron una convocatoria para una manifestación y, a través del dibujo de siluetas, expresaron lo que la sociedad pedía a gritos.

Así fue como el movimiento se popularizó velozmente y recibió el nombre de “El Siluetazo”. El 21 de septiembre, día del estudiante, la Plaza de Mayo se llenó de siluetas que hicieron que las ausencias se convirtieran en presencias. Hombres, mujeres, algunas embarazadas, y niños que se encontraban allí le pusieron el cuerpo a estas formas plagadas de sentidos y le sumaron frases, nombres y fechas. Esta participación voluntaria e improvisada duró hasta la medianoche a pesar de los imponentes operativos policiales. El mismo Julio Flores, uno de los organizadores de la intervención, aseguró que a la media hora de haber empezado ya se podrían haber ido gracias al nivel de participación y de autoorganización de la gente que fue llegando. Los asistentes automáticamente iban a buscar más elementos para ayudar: rollos de papel de  diario, bidones de tinta y otros materiales. Gente desconocida se nucleó para hacer un trabajo en común.

En el transcurso de la marcha, un joven fotógrafo alcanzó captar un momento que, con el pasar de los años, recorrería el mundo. En Siluetas y Canas, Eduardo Gil, quien participaba de todas las manifestaciones, logró retratar una pared llena de siluetas con dos policías al frente. Detrás, la palabra “Poder” aparece una y otra vez. A más de 30 años del hecho, Gil recuerda que en ese instante levantó la cámara, hizo dos disparos y automáticamente los policías se movieron y la escena desapareció. Junto con Siluetas en la curia, eran las únicas dos fotos conocidas de esta serie que no alcanzó a completar un rollo. Ya en el siglo XXI, la escritora Ana Longoni contactó al fotógrafo para sacar a la luz el resto del material en cuestión. Eduardo Gil consiguió a través de sus imágenes, la narración del procedimiento de construcción de las siluetas, con todo lo que implicaba poner el cuerpo en lugar del que no está.

35 años más tarde, Eduardo Gil continúa vinculado a la fotografía. Sus fotos de este hecho le dieron una gran notoriedad internacional, fueron expuestas alrededor del mundo. Hoy su legado continúa, incluso, en cada uno de sus alumnos. En el siluetazo, se juntaron su amor por la fotografía y sus ideales claros y concisos: “Yo iba a las marchas, participaba de ellas por una cuestión ideológica. Pero  en el siluetazo se mezclaron los motivos políticos con la preocupación por hacer “buenas fotos”, fotos muñequeadas, donde buscaba buenos encuadres, y además con cierto criterio de narración del procedimiento, cómo se construían las siluetas, con todo lo que implicaba aquello de poner el cuerpo en lugar del que no está”.

De esta manera su inmersión en la fotografía fue por causa de la dictadura. Es que Gil era delegado sindical de una multinacional, pero tuvo que desistir cuando las cosas en el país se complicaron. “En algún sentido, fue una consecuencia de la dictadura. Si yo no hubiera tenido ese motivo extremo por el cual tengo que dejar mi trabajo en la empresa, no sé si hubiera sido fotógrafo. En fotografía, lo primero que empiezo a hacer son eventos sociales: casamientos, cumpleaños. Me permitía no tener un lugar fijo, era una cosa absolutamente móvil y muy conveniente en aquellos momentos obviamente”.

Aún recuerda detalles del grado de concurrencia de la manifestación y aseguró que fue “apabullante el número de gente que había, todo fue espontaneidad”. De esta manera, retoma el relato de  Julio Flores, quien cuenta que a la media hora de haber empezado los artistas plásticos se podían haber ido, porque la gente llegaba, se encontraba con lo que estaba pasando y se iba a buscar elementos para ayudar. “Había una parte de la sociedad que sentía que esa ocupación de la plaza en plena dictadura tenía que ver con que algo hizo que aquellos que estaban cerca se acercaran, todo aquel que tuviera alguna inquietud respecto de que lo que estaba viviendo era una dictadura, se acercó y se fue nucleando”, aseguró.

No sólo las fotos recorrieron el mundo. La técnica se convirtió en un símbolo de reclamo ante cualquier violación de derechos humanos. Es así que en 2014, en México, se llevó a cabo un Siluetazo en reclamo por la desaparición de los 43 alumnos de Ayotzinapa. “En ese momento, recibí un mail avisándome que se iba a hacer el siluetazo en México”, afirmó Gil y aprovechó para reflexionar en torno a la fuerza de las siluetas: “Fue una herramienta eficaz evidentemente de agitación con respecto a un tema, porque tiene la contundencia de la huella, de lo indicial, de algo que está refiriéndose a algo que no está. En el caso de gente desaparecida, el símbolo hecho en base al cuerpo de otro se carga de unos sentidos muy fuertes”.

El Siluetazo unificó el arte y la política como forma de expresión para repudiar las prácticas por la última dictadura militar. Tal fue la importancia, que pudieron hacer frente abriendo este espacio para la reflexión.

Con esta acción se hizo visible lo invisible. El “siluetazo” pasó de ser una protesta artística a parte de la historia nacional. Por eso, el ritual se repite en cada encuentro en la que sociedad argentina decide no olvidar las víctimas de esta triste historia.

Laila Rott

lailarocio@gmail.com

 

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Cultura

Seis estrenos para disfrutar esta semana

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El día que me muera

Director: Néstor Sánchez Sotelo. 

Reparto: Betiana Blum, Roberto Carnaghi, Alejandra Flechner, Maria Jose Gabin, Lucas Ferraro.

Sinopsis: Dina lleva muchos años sin ver a sus tres hijos. Ellos escaparon de su control excesivo y viven en el exterior. Ella no puede superar su aerofobia para ir a visitarlos. No aguanta más sin verlos, y junto a sus amigos monta un simulacro de su funeral para obligarlos a venir a verla, pero su plan desencadenará una locura. ¿Quién podría pensar que este plan funcionará?

Nuestra opinión: 1/5.

 

Hombres de piel dura

Director: José Celestino Campusano. 

Reparto: Germán Tarantino, Claudio Medina, Juan Salmeri.

Sinopsis: Ariel es un chico que vive en el campo, en la provincia de Buenos Aires. Cuando su relación secreta con el cura Omar termina, Ariel inicia un nuevo proceso de autodescubrimiento.

Nuestra opinión: 3/5.

 

Las reinas del crimen

Directora: Andrea Berloff. 

Reparto: Elisabeth Moss, Tiffany Haddish, Domhnall Gleeson, Melissa Mccarthy.

Sinopsis: Años 70. Las esposas de un grupo de mafiosos de Nueva York continúan con los negocios de sus maridos después de que estos sean encarcelados.

Nuestra opinión: 2,5/5.

 

Mi amigo Enzo

Director: Simon Curtis. 

Reparto: Amanda Seyfried, Kevin Costner, Milo Ventimiglia, Gary Cole, Kathy Baker.

Sinopsis: Un perro llamado Enzo rememora las lecciones que ha aprendido de Denny (Milo Ventimiglia), un piloto de carreras.

Nuestra opinión: 2/5.

 

Mejor que nunca

Directora: Zara Hayes. 

Reparto: Diane Keaton, Jacki Weaver, Celia Weston, Alisha Boe, Charlie Tahan.

Sinopsis: Martha vive en una residencia de ancianos y, animada por su compañera Sheryl, decide montar un equipo de animadoras con sus compañeras. Pero lo que comienza siendo un hobbie se acaba convirtiendo en algo más serio cuando deciden presentarse a una competición. Para ello, contratan a una joven cheerleader (Alisha Boe) que se encargará de entrenarlas. ¡Ellas demostrarán que nunca es tarde para darlo todo.

Nuestra opinión: 3/5.

 

Cara sucia, con la magia de la naturaleza

Director: Gastón Gularte. 

Reparto: Isabella Caminos Bragatto, Matias de Jesus, Karen Slabcow, Vladimir Krauczuk.

Sinopsis: Mariel y sus amigos, con la magia de la naturaleza, se transforman en dibujos animados para luchar contra una bruja ambiciosa que quiere destruir la selva.

Nuestra opinión: 1,5/5.

 

Redacción Código Primario

codigolectores@gmail.com

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Cultura

Escándalo y denuncia: el INCAA canceló el estreno de la película sobre la explosión en la escuela de Moreno

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Hace un año, la tragedia invadía la localidad de Moreno. Detrás de la tragedia, la imprudencia y la impunidad se hacían presentes. La calma mañana se veía interrumpida por una explosión que marcaría la vida de toda la comunidad educativa. La Escuela N° 49 volaba por los aires por una importante fuga de gas y se cobraba las vidas de la docente Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez. De milagro, los chicos todavía no estaban en el edificio. El cine es una gran manera de generar memoria. Cuando, ante el primer aniversario de la tragedia, estaba todo listo para el estreno del documental “Escuela bomba”, el INCAA decidió suspenderlo y anular su proyección en el Gaumont. Por eso, a modo de resistencia, se proyectará en la puerta del cine hoy a las 20 horas.

La noticia de la anulación fue comentada por la Gerencia de Exhibición del INCAA el lunes pasado. Le informaron a los productores que no se iba a proyectar este documental de Juan Mascaró porque “la película no fue producida por el Instituto de Cine”.

Sin embargo, desde la producción sostienen que esto es una forma de censura. “Este documental pone sobre la mesa un tema incómodo: la desinversión y el desinterés por la escuela pública en la Provincia de Buenos Aires y todo el país”, aseguraron en un comunicado. De esta manera, creen que esa incomodidad y denuncia es la que hace que el documental hoy se quede sin salas.

Además, el argumento dado por el INCAA no es del todo claro. La película es parte del conjunto de Estrenos DOCA 2019. De hecho, formaba parte de las charlas que había tenido DOCA con la Gerencia de Exhibición del INCAA. Es verdad que no fue producida por el INCAA, pero eso no inhabilitaría su estreno. El documental es producto de la autogestión y contó con el apoyo del Departamento de Educación de la Universidad Nacional de Luján.

Respecto a la ausencia del INCAA en esta producción aclararon: “En el actual panorama de ajuste al cine, resulta imposible llevar adelante films urgentes sobre la situación del país con apoyo del INCAA: el plazo para obtener una calificación de un comité y acceder a un subsidio para la producción es de casi dos años”. Entonces, en parte, la urgencia de la historia hizo que este proyecto sea cien por ciento autogestionado.

Los productores no dudaron en calificar esto como “un acto de censura sobre los contenidos de la película”. De hecho, aseguran que en los Espacios INCAA se estrenaron varias películas que no fueron producidas por el Instituto. De esta manera, a forma de lucha y resistencia, hoy a las 20 horas convocan a la gente a la proyección del documental en la puerta del Cine Gaumont, en Congreso.

Laila Rott

lailarocio@gmail.com

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Se realizará un abrazo simbólico por la reapertura del Arte Cinema

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La cultura argentina atraviesa grandes tiempos de crisis. Y eso incluye el cierre de espacios simbólicos. Justo cuando se cumplen dos años del cierre del Arte Cinema, ubicado en Constitución, los vecinos, apoyados por referentes del ámbito cinematográfico. organizaron para hoy un abrazo simbólico para pedir por su reapertura.

Arte Cinema había sido inaugurado en abril de 2009. Funcionó con normalidad hasta 2017, cuando el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) decidió no renovarle el contrato. De esta manera, el 31 de julio de ese año cerró sus puertas. Lo mismo sucedió hace poco tiempo con el BAMA, ubicado en Presidente Roque Sáenz Peña 1150.

Hace tiempo que los vecinos están organizados en una asamblea desde la cual reclaman por la continuidad del convenio con la sala Cine.ar Arte Cinema, ubicada en la calle Salta 1620. Hoy habrá un abrazo simbólico y un festival artístico gratuito en la puerta del lugar a partir de las 17 horas.

Redacción Código Primario

codigolectores@gmail.com

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